En el mundo de la construcción sostenible, la certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) ha ganado reconocimiento como un estándar clave para evaluar la eficiencia de los edificios nuevos o existentes. Desarrollada por la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial, esta certificación propone reducir el consumo de recursos a través de estándares locales en más de 130 países, incluyendo México.
Para obtener la certificación EDGE, es necesario cumplir con un ahorro mínimo del 20% en energía, agua y energía incorporada en los materiales del edificio. Esta evaluación se aplica a construcciones nuevas o existentes en diversas tipologías, como aeropuertos, educación, residencial, hospitales, hoteles, industria ligera, oficinas, comercios minoristas y almacenes.
La certificación ofrece tres niveles: EDGE Certified, EDGE Advanced y Zero Carbon. El nivel EDGE Certified se otorga al cumplir con un ahorro mínimo del 20% en energía, agua y energía incorporada en los materiales. El nivel EDGE Advanced premia a los proyectos que logran una reducción del 40% en energía, mientras que los porcentajes de ahorro en agua y energía incorporada se mantienen en un 20%. Por último, el nivel Zero Carbon busca una reducción y compensación máxima del consumo energético, donde al menos el 40% de la energía se reduce mediante diseño y estrategias del edificio, y el resto se mitiga mediante fuentes renovables y bonos de carbono.
Ofrece beneficios significativos para los desarrolladores e inversionistas que optan por este reconocimiento. Establece liderazgo en la industria de la construcción y el mercado inmobiliario, valida los logros a través de un proceso de revisión externo e imparcial, reduce los costos de servicios públicos y mantenimiento, aumenta el precio de venta, mejora el confort y estilo de vida, protege el medio ambiente, genera rentabilidad y aumenta el valor de la propiedad, entre otros.
El proceso se involucra al cliente, el EDGE Expert, el Auditor EDGE y la Certificadora. El cliente es la entidad responsable del proyecto, el EDGE Expert brinda asesoramiento y guía en el diseño y la documentación, el Auditor EDGE realiza las auditorías de diseño y en sitio, y la Certificadora revisa y emite la certificación oficial.
Si bien existe un sobrecosto asociado a la certificación EDGE, según la IFC, los costos reales suelen ser inferiores a la percepción general. Aunque los aumentos de costos oscilan entre un 0.5% y un 12% en comparación con la construcción convencional, los desarrolladores suelen percibirlo como entre un 1% y un 30% más alto. Además, los estudios han demostrado que los precios de venta de las propiedades certificadas son hasta un 9% más altos y se venden más rápido, mientras que los propietarios experimentan ahorros significativos en los servicios públicos.
Es importante tener en cuenta que EDGE es solo uno de los muchos sistemas de certificación disponibles, y la elección de un sistema adecuado depende de las necesidades y objetivos específicos de cada proyecto.
En México, ya existen proyectos certificados EDGE, con más de 280,000 metros cuadrados de construcción registrados y más de 2,300 unidades habitacionales certificadas hasta agosto de 2019, según datos recopilados.
En resumen, la certificación EDGE se ha convertido en un estándar valioso para promover la construcción sostenible, fomentando la eficiencia energética y la conservación de recursos en el sector de la construcción. Con beneficios tangibles y un proceso claro, EDGE se posiciona como una opción a considerar para aquellos comprometidos con la sustentabilidad en la industria.
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